Gafas mal graduadas: Consecuencias y claves para detectarlo

Gafas mal graduadas: Consecuencias y claves para detectarlo

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¿Alguna vez has sentido fatiga visual, dolores de cabeza o visión borrosa a pesar de usar gafas? Si es así, es posible que tus gafas estén mal graduadas. Al igual que unas gafas de sol para mujer que no protegen adecuadamente tus ojos del sol pueden causar daños a largo plazo, unas gafas graduadas inadecuadas pueden afectar tu salud visual y bienestar general.

En este artículo, averiguaremos los síntomas más comunes asociados con una graduación incorrecta, las causas que pueden originarla y qué puedes hacer para solucionarlo. Te guiaremos a través de las señales que indican que tus gafas podrían necesitar una revisión, qué pasa si ves mal con los lentes, y mucho más. ¡Sigue leyendo!

¿Qué pasa si me graduaron mal las gafas?

Imagina que tus ojos son una cámara y tus gafas, la lente. Si la lente no está ajustada correctamente, las imágenes que captas serán borrosas o distorsionadas. Pues bien, eso es exactamente lo que ocurre cuando tienes las gafas mal graduadas.

La graduación de tus gafas se refiere a la potencia necesaria para corregir los defectos refractivos de tus ojos, como la miopía (dificultad para ver de lejos), la hipermetropía que consiste en la dificultad para ver de cerca, el astigmatismo, visión borrosa en cualquier distancia o la presbicia que es la pérdida de visión de cerca relacionada con la edad.

Una graduación precisa es fundamental para garantizar una visión clara y cómoda. Si tus gafas no están bien ajustadas, puedes experimentar dificultades para realizar actividades cotidianas como conducir, trabajar en la computadora o leer.

Además, es importante recordar que la graduación puede cambiar con el tiempo debido a factores como el envejecimiento o cambios en tu estilo de vida. Por lo tanto, es recomendable que te realices revisiones oculares periódicas para asegurarte de que tus gafas se adaptan a tus necesidades visuales.

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¿Qué pasa si veo mal con mis lentes?

Si ves mal con tus lentes probablemente se deba a una graduación incorrecta, y esta puede manifestarse de diversas formas, afectando tu comodidad visual y sobre todo tu calidad de vida. A continuación, algunos de los síntomas que puedes experimentar cuando ves mal con tus gafas:

  • Fatiga visual y dolores de cabeza: si notas que tus ojos se cansan rápidamente al leer, trabajar en la computadora o mirar pantallas, o sientes molestias visuales, puede ser señal de que tus gafas no son las adecuadas. La fatiga visual constante puede provocar dolores de cabeza, especialmente en la zona de los ojos y las sienes.
  • Visión borrosa o doble: la visión borrosa es uno de los síntomas más evidentes de una mala graduación. Ya sea de cerca, de lejos o en ambos casos, si notas que las imágenes se ven desenfocadas o dobles, es hora de revisar tus gafas.
  • Enrojecimiento y sequedad ocular: forzar la vista al intentar ver con claridad a través de lentes inadecuadas puede causar enrojecimiento y sequedad ocular. Esto se debe a que tus ojos trabajan más de lo necesario para enfocar, lo que puede irritar la superficie ocular y causar resequedad.
  • Mareos y náuseas: en algunos casos, una mala graduación puede provocar mareos, náuseas o vértigo, especialmente al realizar actividades que requieren una buena visión, como conducir o leer en movimiento.
  • Dificultad para concentrarse: si tienes problemas para concentrarte en tareas que requieren una visión detallada, como leer un libro o seguir una clase, puede ser debido a una graduación incorrecta. La fatiga visual y la visión borrosa pueden dificultar la concentración y disminuir tu rendimiento.

Si experimentas alguno de estos síntomas, es muy probable que tus gafas no estén proporcionando la corrección visual que necesitas. Lo más recomendable es acudir a un optometrista o un oftalmólogo para que realice una revisión completa de tu visión y te dé una nueva graduación si es necesario.

¿Por qué ocurren malas graduaciones en las lentes? 4 razones

Tus gafas son como un par de zapatos: si no te quedan bien, te resultará incómodo caminar. Lo mismo pasa con la vista. A veces, nuestras gafas nos juegan una mala pasada y empezamos a sentir molestias.

Piensa que tienes unas elegantes Gafas Graduadas Carolina Herrera pero con una graduación incorrecta, sería como usar zapatos de tacón para correr. A continuación, te explicamos algunas de las causas más comunes de una mala graduación de lentes:

1. Errores en la medición de la graduación

Aunque los profesionales de la visión utilizan equipos precisos para medir la graduación, los errores humanos pueden ocurrir. Un pequeño error en la medición puede resultar en una graduación incorrecta y, por lo tanto, en gafas que no corrigen adecuadamente tus defectos visuales.

2. Cambios en la graduación con el tiempo

La graduación de tus ojos no es estática, sino que puede cambiar con el tiempo debido a factores como el envejecimiento, cambios hormonales o ciertas enfermedades oculares. Si tus gafas tienen varios años, es posible que ya no se adapten a tu nueva graduación.

3. Lentes de mala calidad

La calidad de las lentes depende de varios factores, como los materiales utilizados, el proceso de fabricación y los recubrimientos. Las lentes de baja calidad suelen ser más delgadas y frágiles, y pueden contener impurezas que afectan la calidad óptica.

4. No adaptar las gafas a las necesidades visuales específicas

Cada persona tiene necesidades visuales únicas. Es importante adaptar las gafas a tus actividades diarias y a tus hábitos de visión. Por ejemplo, si pasas muchas horas frente al ordenador, necesitarás unas gafas con tratamiento antirreflejante para reducir la fatiga visual, que posiblemente otra persona con condiciones diferentes no necesite.

¿Qué pasa si uso lentes incorrectos?

Usar gafas mal graduadas puede tener consecuencias negativas a largo plazo, desde un deterioro gradual de la visión hasta problemas oculares más graves. A largo plazo, usar gafas incorrectas puede desencadenar problemas oculares más graves, como dolores de cabeza crónicos, visión doble e incluso glaucoma.

Estos problemas pueden afectar tu día a día y requerir tratamientos más complejos que puedan requerir hasta cirugía. Más allá de los problemas oculares, una mala graduación también puede tener un impacto significativo en cómo vives tu vida.

La fatiga constante, migrañas y la dificultad para realizar actividades cotidianas pueden afectar tu estado de ánimo, tu rendimiento laboral y tus relaciones sociales y personales. En definitiva, la elección de las gafas graduadas adecuadas es fundamental para mantener una buena salud visual.

¿Cómo saber si me graduaron mal mis lentes?

A veces, aunque sigamos las últimas tendencias en gafas graduadas, puede que nuestras gafas no nos estén funcionando como deberían. ¿Cómo saber si te graduaron mal tus lentes? Presta atención a lo siguiente:

  • Autoevaluación de los síntomas: antes de correr al óptico, puedes hacer una pequeña autoevaluación. ¿Sientes fatiga visual con frecuencia? ¿Te duele la cabeza después de usar las gafas durante un rato? ¿Ves borroso o doble? Estos pueden ser signos de que tu graduación ya no es la adecuada. Recuerda que, aunque esta autoevaluación te puede dar una idea, es fundamental confirmarlo con un profesional.
  • Visita al optometrista: la única forma segura de saber si tus gafas están mal graduadas es visitar a un optometrista. Él o ella realizará una revisión completa de tu vista y te dirá si necesitas una nueva graduación. Además, te podrá asesorar sobre las últimas tendencias en gafas graduadas y ayudarte a elegir las monturas y cristales más adecuados para ti.

En resumen, padecer las consecuencias de unas gafas mal graduadas puede ser un verdadero dolor de cabeza. Desde visión borrosa hasta dolores de cabeza, los síntomas pueden afectar tu día a día. Pero ¡no te desesperes! La solución está en tus manos.

Cuidar las gafas graduadas no solo implica limpiarlas regularmente, sino también asegurarte de que tu graduación sea la correcta. Visitar al optometrista cada cierto tiempo es clave para mantener una buena salud visual. ¡Así que ya sabes! Si notas que algo no va bien con tus gafas, no lo dudes y acude a un profesional. ¡Tus ojos te lo agradecerán!